lunes, 20 de septiembre de 2010

Cara de papa

El corazon le latía tan fuerte que sentía que en cualquier momento se le iba a saltar del pecho. Como para no estar así... si ese que estaba parado ahi arriba, recibiéndose ante la mirada y los aplausos de tantas personas, no era ni mas ni menos que su hijo. "Tas filmando? estás filmando Marcelo???" repetía mientras tironeaba insistentemente del saco de su marido, "Filmálo, filmá ahi que le dan el diploma..." casi sollozaba. Marcelo, no menos emocionado pero tratando de mantener la cordura, asentía con la cabeza sin despegar la mirada de la pequeña pantalla de su cámara. Parecía mentira que despues de tanto esfuerzo, de tantas noches en vela estudiando y practicando, finalmente Gustavo estuviese ahora convirtiéndose en un profesional. Ya no mas un estudiante, de ahora en adelante, Pelapapas.

"Ahora que te recibiste no te irás con otra, no?" le dijo Marina al oido antes de besarlo en los labio una vez que bajó del escenario. "Y no se.." contesto Gustavo, en una especie de juego de celos, "...tendría que pensarlo...". Luego se acercó su madre, quien tras llenarlo de besos y abrazos le avisó que lo habían filmado mientras recibía el diploma. "Uh que bueno!" contestó Gustavo, simulando una especie de sorpresa y alegría por la noticia. Por último se acerco su padre, quien con una sonrisa amplia estrechó su mano con firmeza y le dijo "Tu madre y yo estamos muy orgullosos de vos Gustavo... pero no te duermas en los laureles eh... hay un curso de Lavado de platos que podría venirte muy bien...". "Paso a paso, paso a paso..." interrumpió el tio Osvaldo asomando por detras con una copa de champán en la mano, "por lo pronto que aproveche para empezar a juntar unos buenos billetitos y despues irá viendo...". La ola de besos, felicitaciones y abrazos se prolongó un tiempo mas hasta que cada uno de los presentes hubo saludado al flamante profesional y recién entonces comenzó la caravana hacia la casa, donde un asado aguardaba la llegada de todos los invitados.

"Felicitaciones Pelapapas" decía el pasacalle que pusieron sus amigos en la puerta. "Peláte una boludo, dale que queremos aprender del experto!" gritaba uno de ellos, mientras que otro preguntaba: "che y con la batata es lo mismo o usan otra técnica?". Todo el mundo oficiaba preguntas aunque luego la mayoría se distraía durante la respuesta. Gustavo intentaba explicarse utilizando los términos mas simples posibles para no perder la atención de sus interlocutores, pero de todos modos éstos terminaban por mirar cómplicemente a quien tuvieran mas cerca y arquear las cejas en un gesto de "Para mí es todo chino básico!". Otros en cambio ponía cara de serios y movían la cabeza como demostrando entender lo que les decían, a pesar de que tampoco podían hacerlo.

"Básicamente lo que hacemos es tratar de reducir la merma de materia prima a través de un corte delgado... mas fino cortás, menos papa perdés" resumía y se agarraba el pulgar con el índice a la altura de los ojos de su padrino, casi con bronca intentando transmitirle su conocimiento. Pero nuevamente recibía el arqueo de cejas y sentía estar hablando con una pared. Ya estaba a punto de mandar a todos al demonio cuando uno de sus primos ya entrado en copas se paró y contó el chiste de que no era lo mismo decir que la papa era un tubérculo que decir otra cosa similar.

De a poco, Gustavo comenzaba a sentir que se había convertido en otra persona, que ya no estaba al mismo nivel de los que lo rodeaban. Ni su padre ni su madre habían tenido la suerte de dedicarse a un oficio como lo había hecho él. Arquitecto y Odontóloga, habían tenido que resignarse a tales carreras empujados por situaciones personales y quizás por ello veían ahora con tanta emoción el logro de su hijo, el sueño de sus vidas plasmado ahora en los zapatos del ya-no-tan-pequeño Gustavito. Pero Gustavo no quería olvidarse de sus orígenes, no se iba a permitir hacerlo. El iba a seguir siendo el mismo que antes, Pelapapas o no, iba a tratar de recordar en todo momento que alguna vez había sido uno mas del montón y que a pesar de que el dinero y el éxito golpearan a su puerta a partir de ahora, él en el fondo seguiría siendo aquel humilde abogado de siempre.

2 comentarios:

  1. muy bueno Agus, como siempre un gran escritor. En Mexico tampoco hay videt!!

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  2. Gracias Ruy, como va todo por alla (quitando lo del videt)?

    Yo aca todo joya, no hay videt pero de todos modos la vengo zafando porque tengo las duchas esas que se sacan tipo para agarrarla y apuntar la lluvia donde quieras :)

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